¿Te quieres enamorar? Pues tienes que visitar Novo Mesto, una ciudad con mucho encanto que atrapa al viajero que la visita. La ciudad no defrauda, entre sus joyas encontramos numerosos edificios y monumentos que te harán participe de su historia.
La ciudad de Novo Mesto se encuentra en la Región de Dolenjska o Baja Carniola. Está situada a la orilla un sinuoso meandro que hace que la ciudad tenga una belleza especial. Rodeada por el color turquesa que aporta el Rio Krka, hace que los viajeros se hipnoticen cuando llegan aquí.
La ciudad tuvo un gran esplendor desde su origen en el Siglo XIV, ciudad de duques y condes que dotaron a sus calles de grandiosos edificios e importantes iglesias. Por ello la población se protegió de sus enemigos creando una muralla que rodeaba Novo Mesto, para afrontar los ataques de las tropas otomanas.
Actualmente la ciudad ha crecido mucho, y se extiende más allá de éstos muros, pero la parte más bonita es el Casco Viejo que se encuentra tras los muros.
Una vez en el llamado Old Town, encontramos la Plaza Principal, que nos da alguna idea de la actividad que allí se ejercía. En la época medieval, artesanos y mercaderes se citaban para vender sus productos a los nobles de la villa.
Algunos edificios, cómo el ayuntamiento, fueron derribados y reconstruidos posteriormente con las características de la época, en éste caso con un estilo neorrománico y neogótico.
Otro de los edificios que nos indican la importancia de la ciudad es el Monasterio Franciscano. Los monjes llegaron aquí tras huir de Bosnia por las presiones otomanas, y aquí dejaron algunos legados históricos cómo la Biblioteca, algunas pinturas y elementos ornamentales de gran importancia.
Si continuamos por la ciudad llegaremos hasta el Puente Kandijski, con una estructura de un solo arco que mide 75 metros y que ha sido restaurado en numerosas ocasiones, hoy en día tras su reconstrucción en 1898 posee una estructura de hierro remachada con vigas de piedra. En su época fue considerado cómo una obra de vanguardia europea.
Pero la postal más conocida de Novo Mesto son sus casas en la misma ribera del rio Krka. Una vez ésta parte de la Muralla original desapareció, se edificaron éstas casas a modo de «muralla» en hilera unas al lado de otras para asegurar de ésta forma la ciudad.
Las Murallas se construyeron a principios del Siglo XV y tenían varias torres defensivas, algunas de ellas aún se conservan. Pero a final del Siglo XVIII decidieron derribar los muros, y prácticamente hoy no queda demasiado testigo de las mismas.
Únicamente algunos lugares cómo «Las Puertas» dan fe de aquella muralla. Tras la II Guerra Mundial, se decidió ubicar un lugar memorial en dónde se ubicaban las puertas de la ciudad. Aquí se halla la biblioteca, un edificio de una gran belleza, rodeado de un precioso parque en la que se puede ver la Estatua de uno de los más famosos compositores eslovenos Marijan Kozina.
Una de las formas para disfrutar de la ciudad es hacerlo en barco por el Rio krka, para ello podemos subirnos a bordo de una balsa que nos llevará a través de los meandros. Veremos las famosas casas del rio, el monasterio, los acantilados…
En Eslovenia hay numerosos castillos, de hecho muchos realizan Rutas de los Castillos en busca de ellos. Pues aquí en Novo Mesto se pueden ver el Castillo Grm, que fue residencial pero también formó parte de la observación y defensa contra los turcos. El Castillo Otocec, cuya ubicación es parte de su belleza, situado en una isla en medio del Río, actualmente es un Hotel de lujo. Un poco más alejado está el Castillo de Struga, en la ribera del río, desde la II Guerra Mundial forma parte del una Asociación, es un edificio muy importante debido a su arquitectura de una gran belleza.
Y si algo te llamará la atención son sus famosas construcciones agrícolas hechas de madera, una especie de hórreos destinados al secado de heno, maíz y paja, lo utilizaban los agricultores cómo almacén de útiles agrícolas y refugio de tormentas. Algunos son preciosos, los más bonitos se ubican en Veliki Orehek y Vinja.
Mapa de Novo Mesto</p>