Una de las maravillas arquitectónicas de Eslovenia es el Puente de Solkan, un impresionante arco de 85 metros, con una longitud total de 220 metros que sobrevuela de orilla a orilla el mágico Rio Soca, muy cerca de la frontera con Italia.
Este puente se construyó para conectar el ferrocarril que une Bohinj con Jesenice Nova Gorica a principios del Siglo XX, fue una obra complicada por las numerosas crecidas del Rio que impedía trabajar a los operarios en ocasiones, pero finalmente lograron su objetivo creando el puente con el Arco de Piedra más extenso del mundo, para el que se utilizaron unos 4500 bloques de piedra, todos ellos traídos de la cantera de Nabrezini, una cantera de piedra caliza de concha.
En 1916, una vez iniciada la I Guerra Mundial el puente fue volado por solados del ejercito austro húngaro durante la retirada de las tropas, por lo que posteriormente ya en 1927 se restauró debido a su gran importancia, realizando cambios sustanciales en la estructura del mismo, reforzando los pilares con cuatro arcos a cada lado del puente, finalmente en 1985 se decide incluir la construcción dentro del Patrimonio Nacional de Eslovenia.
El puente se convierte en uno de los monumentos más fotografiados de la noche por su espectacularidad, sin duda merece la pena visitar la zona si te encuentras por Nova Gorica.
Además son muchos los que se atreven a escalar el puente, aunque se convierte en una tarea muy peligrosa, no menos atrevido es realizar jummping o puenting sobre tan espectacular monumento.