El bello río Soča (Isonzo en italiano) nace en el parque nacional de Triglav, el noroeste de Eslovenia, pintado por un color esmeralda como si un pintor hubiese querido buscar la tonalidad perfecta. Durante miles de años el agua ha discurrido de las nevadas cimas de los Alpes Julianos trabajando los estrechos valles hasta crear desfiladeros por donde corre siempre raudo el torrente del Soča. Hay días que las aguas del río Soča (se pronuncia «Socha») son tan claras y brillantes que su color esmeralda hace daño a los ojos.
Qué ver en el valle de Soca
Siguiendo su cauce hayamos algunos de los pueblos más importantes del oeste de Eslovenia como Bovec, Kobarid, Tolmin o Kanal, con paisajes de ensueño que alternan el blanco de la nieve con el siempre eterno verde de los campos.
El valle de Soča fue el testigo de una de las batallas más dolorosas de la primera guerra mundial. Este paraíso de la naturaleza guarda una de las historias más trágicas del siglo XX. El museo de Kobarid nos recuerda la barbarie del conflicto que dilapidó la vida de 300.000 soldados del imperio Austro-Húngaro y de Italia. Doce batallas disputando una frontera que ya no es tal, se sucedieron desde mayo de 1915 hasta noviembre de 1917 casi de forma continuada.
El viaje del río comienza en Vršič, conocido como «el paso», por ser la puerta al valle de Isonzo desde Krajska Gora, al otro lado de las montañas. Cuando bajamos desde Vršič en coche, intentando no salirnos de la infinita carretera de curvas comenzamos a divisar el nacimiento del río, a 1.110 metros de altura, del que no perderemos la estela en prácticamente ningún punto de la carretera que va hacia la costa.
A la entrada de Bovec ya entendemos que esta pequeña población vive del turismo del rio, gracias a una inmensa variedad de oportunidades para conocer su naturaleza. El río Soča ofrece hoy en día la oportunidad de conocer los Alpes Julianos a través de un sinfín de actividades deportivas que van desde el esquí, la escalada, el rappel por el desfiladero y los cañones, la tirolina o el más famoso de los deportes, el rafting o descenso en canoa por el río Soča, uno de los mejores de Europa y sin duda en el paraje más bello.
No resulta extraño que las aguas esmeraldas del río Soca hayan atraído a la factoría Disney para filmar escenas de las Crónicas de Narnia, el Príncipe Caspian, ya que el paraje es de ciencia ficción.
El río Soca también es un espacio atractivo para los pescadores que dedican muchas horas de paciencia y técnica para atrapar a las insignes Truchas de Soca, una especie muy apreciada por la enorme fortaleza que demuestra para remontar las fuertes aguas del río.
Nuestro trayecto por el valle termina al llegar a Nova Gorizia, donde el Puente de Solkan nos saluda con su colosal arco de piedra, el más grande del mundo de los puentes de hierro, y por donde si tenemos suerte y agudizamos la vista, veremos pasar el tren de Bohinj, un ferrocarril clásico que sigue una ruta panorámica de gran belleza.
Después de 140 kilómetros el Soca desemboca en otro país, en la vecina Italia, por donde discurre en los últimos 40 km, vertiendo sus aguas alpinas cerca de Monfalcone.
Rafing en río Soca
Lo imprescindible en el valle de Soca
Sin duda, el valle de Soca es una de las áreas con mayor concentración de puntos de interés, tanto desde el punto de vista de disfrutar de la naturaleza, como de la historia, la gastronomía o los pueblos.
Entre esos lugares podemos destacar:
Camino de la Paz – Un inolvidable trekking
Patrimonio de la Primera Guerra Mundial: Bunkers, trincheras o cementerios.
Ferrocarril de Bohinj